Fotos de la enfermedad de la hoja del almendro
La post-cosecha es una de las épocas más importantes del año para la nutrición del cultivo del almendro, ya que prepara a los árboles para una salud general y una mejor productividad. Se recomienda a los productores de almendros y a sus asesores que aprovechen al máximo esta oportunidad utilizando los resultados de los análisis del suelo y de los tejidos vegetales para garantizar una nutrición adecuada y equilibrada.
La salud y vitalidad de los árboles es esencial para la viabilidad del huerto. Los árboles sanos son más capaces de combatir cualquier estrés que puedan sufrir, como temperaturas extremas, estrés hídrico o por radiación, o presiones de insectos y enfermedades.
Un programa de abonado postcosecha adecuado y equilibrado proporciona a los árboles un buen punto de partida para la siguiente cosecha. Promueve un crecimiento más fuerte de las raíces, reconstruye los carbohidratos, proporciona energía para transferir y almacenar nutrientes y fomenta una floración y un desarrollo foliar fuertes.
El fortalecimiento de los árboles repercutirá en la calidad, el tamaño y el rendimiento de las nueces. Cuanto más tiempo permanezca el estado nutricional del árbol en el extremo inferior o por debajo del rango óptimo, especialmente durante las fases críticas para el rendimiento, mayores serán los efectos negativos sobre el rendimiento, el tamaño de los frutos secos, la calidad y la floración de la temporada siguiente.1
¿Cuál es el mejor abono para los almendros?
De tres a cuatro (o más) aplicaciones al año de una mezcla general de fertilizantes (es decir, 12-12-12 NPK) producirán un buen resultado. Utilizando un triple 12, esto supone un total de unas 8 onzas de fertilizante real aplicado por árbol. Las aplicaciones deben comenzar al brotar las hojas y continuar cada 4-6 semanas.
¿Es necesario abonar los almendros?
Los almendros jóvenes utilizan nitrógeno (N) de forma continua. Requieren aplicaciones regulares de fertilizantes durante toda la temporada de crecimiento. Los almendros maduros tienden a absorber la mayor parte de su necesidad de nitrógeno a principios de primavera, por lo que requieren aplicaciones en primavera y una aplicación a finales de verano para el crecimiento temprano del próximo año.
Temperatura para el almendro
La poscosecha es uno de los momentos más importantes del año para la nutrición del cultivo del almendro, ya que prepara a los árboles para una salud general y una mejor productividad. Se recomienda a los productores de almendros y a sus asesores que aprovechen al máximo esta oportunidad utilizando los resultados de los análisis del suelo y de los tejidos vegetales para garantizar una nutrición adecuada y equilibrada.
La salud y vitalidad de los árboles es esencial para la viabilidad del huerto. Los árboles sanos son más capaces de combatir cualquier estrés que puedan sufrir, como temperaturas extremas, estrés hídrico o por radiación, o presiones de insectos y enfermedades.
Un programa de abonado postcosecha adecuado y equilibrado proporciona a los árboles un buen punto de partida para la siguiente cosecha. Promueve un crecimiento más fuerte de las raíces, reconstruye los carbohidratos, proporciona energía para transferir y almacenar nutrientes y fomenta una floración y un desarrollo foliar fuertes.
El fortalecimiento de los árboles repercutirá en la calidad, el tamaño y el rendimiento de las nueces. Cuanto más tiempo permanezca el estado nutricional del árbol en el extremo inferior o por debajo del rango óptimo, especialmente durante las fases críticas para el rendimiento, mayores serán los efectos negativos sobre el rendimiento, el tamaño de los frutos secos, la calidad y la floración de la temporada siguiente.1
Condiciones de cultivo del almendro
Las almendras, cultivadas ya en el año 4.000 a.C., son originarias del centro y suroeste de Asia y se introdujeron en California en la década de 1840. Las almendras (Prunus dolcis) son apreciadas por su uso en dulces, productos horneados y confitería, así como por el aceite que se obtiene de ellas. Estos frutos de hueso del almendro también tienen fama de aliviar numerosos males físicos y se utilizan en remedios caseros para todo tipo de dolencias, desde el tratamiento del cáncer hasta los callos y las úlceras. Con lo populares que son, ¿qué pasa con su cultivo en casa?
Al cultivar almendros, conviene saber que no toleran los suelos demasiado húmedos y que son muy sensibles a las heladas primaverales. Prosperan en inviernos suaves y húmedos y veranos calurosos y secos a pleno sol. Si su región no se encuentra dentro de estos parámetros, es poco probable que un almendro dé fruto para usted.
Además, muy pocas variedades de almendro son autofértiles, por lo que necesitan polinización cruzada para producir frutos, así que tendrás que plantar al menos dos árboles. Si no dispone de mucho espacio, puede incluso plantar dos en el mismo hoyo, en el que los árboles crecerán juntos y se entrelazarán, permitiendo la polinización cruzada de las flores.
Necesidades de abono del almendro
Cuando se utiliza agua de pozo para el riego, puede aplicarse una cantidad considerable de N con el agua de riego. Para convertir la concentración de nitrato-N en el agua a lbs N/acre, las ppm de nitrato-N en el agua se multiplican por 0,226 y por el número de acres-pulgada de agua aplicada. Por ejemplo, con 1 acre-pulgada de agua que contiene 10 ppm de nitrato-N, se aplican 2,26 lbs N por acre.
Tradicionalmente, las hojas para los análisis de tejidos se han muestreado en julio. Los resultados permiten hacer un seguimiento de los cambios en el estado nutricional del huerto, pero en el momento en que están disponibles puede ser ya demasiado tarde para corregir las deficiencias de nutrientes.
Cuando se realiza fertirrigación con N, el fertilizante debe inyectarse en el sistema de riego en el tercio medio de la tanda de riego [N25]. Por ejemplo, en una serie de riego de 18 horas, el fertilizante se inyecta desde la hora 6 hasta la hora 12. De esta forma se evita que la urea y el nitrato se mezclen. Esto evita que la urea y el nitrato se muevan por debajo de la zona radicular, pero asegura que el N se distribuye bien en la zona de humectación.
En los huertos con sistemas de microaspersión, el fertilizante debe inyectarse en el sistema de riego en el tercio medio de la serie de riego. Por ejemplo, en un set de riego de 18 horas, el fertilizante se inyecta desde la hora 6 hasta la hora 12. Esto evita que la urea y el nitrato se distribuyan bien en la zona húmeda. Esto evita que la urea y el nitrato se desplacen por debajo de la zona radicular, pero garantiza que el N se distribuya bien en la zona húmeda [N26].